Solo tú. No hay nadie más en este mundo, ni superable, ni igualable siquiera. La vida es dura y tú la haces bella, no hay abismos si tu presencia aparece, no hay infiernos si tú abres las puertas del cielo, no veo más allá. Testigo de tus hazañas, de tus deseos y más profundas ilusiones, estaré contigo siempre, siempre, y siempre es siempre, eternamente, hasta que mi tiempo quiera dejar de ser contado.
No te vayas.
Nunca.
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