Todavía se emociona cuando le recuerda. Pasó por su vida como el ave rapaz que no corre, sino vuela.
Un suspiro, un intenso suspiro.
Le volvió a ver en una tarde nublada, cuando paseaba por el viejo camino de piedra, sola. ÉL solo también, se miraron, se miraron, se miraron........... Se paró el tiempo, y la vida.
Podrían haber seguido de largo, sí, pero ninguno de los dos quería eso y se acercaron, cada vez más cerca, cerca, muy cerca, y se miraron, se quedaron a un palmo el uno del otro y... se besaron. Subrrealismo.
Se besaron, los dos solos, ella y él, y no existía nadie más, recordando momentos del pasado, y llovía, y no importaba porque fue el beso más apasionante y apasionado de la historia. Ella dejó caer su mochila al suelo y consiguió tocar el cielo, porque un beso de ÉL era el pasaporte al infinito.
y es que ella ya no quería otros besos.
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